jueves, 31 de enero de 2013

Litros por metro cuadrado.

Su corazón rebosante de amor se fue llenando como se llenan los barreños bajo una gotera en una tormenta de verano. Cada día, cada momento, cada gota se iban almacenando en aquel vaso. No le importaba que el vaso de su compañero estuviese más lleno que el suyo, ella era consciente de que siempre en el amor uno de los dos vasos se empieza a llenar antes que el otro. En ocasiones los vasos son tan pequeños como tazas de café, pero en otros casos el vaso es tan profundo que cuesta ver el fondo. Ella pensaba que el vaso de los dos se llenaría eternamente, pero un día, él decidió que ya tenía suficiente. El líquido que había en su interior desapreció tan rápido como desaparece un chupito de tequila en una fiesta universitaria. Quedaron apenas cuatro gotas separadas y enganchadas en el vaso. Ella no lo quiso creer, y pese a saber que el vaso del chico estaba completamente vacío, siguió llenando el suyo, con la esperanza de que algún día los dos volviesen a estar como antes. Eso jamás sucedió.Con el tiempo él llenó su vaso con otra y ella, bueno digamos que ella también lo llenó pero jamás pudo ni quiso vaciar aquel líquido.














A.

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