viernes, 28 de diciembre de 2012

La vida no es bella

Todos sabemos que la vida no siempre es bella, ni fácil, ni mucho menos bonita pero todos nos esforzamos para que no sea así, luchamos para hacer que nuestra vida sea agradable y esté llena de buenos momentos. Yo personalmente creo que la vida se resume en una montaña rusa donde hay subidas donde todo parece salir bien, la suerte te sonríe, todo va sobre ruedas y que nada parece que vaya a salir mal, pero todo lo que sube, finalmente ha de bajar y en la vida hay momentos en los que nada parece que salga bien, que estés en un pozo o que hayas tocado fondo. 
Eso nadie lo puede evitar, es duro pensar que la vida te da palos. Muchos lo atribuyen a Dios, otros a la suerte o el destino, algunos al Karma lo que es seguro es que no se puede hacer nada para evitar la bipolaridad de la vida y mucho menos ver con antelación lo que la vida nos depara.
Da rabia saber que la vida no es justa y da más rabia  saber que también lo es para la gente buena, gente legal, simple y con el alma limpia. 
Escribiendo esto he llegado a la reflexión de que todo lo malo que nos pasa en la vida es para que nos demos cuenta de que somos mortales que tenemos que sobreponernos a las adversidades, pelear por aquello que queremos realmente y que no nos relajemos, que la vida es una lucha constante.
Una lucha, una batalla y una guerra constante donde hay bajas, perdidas muy dolorosas, nunca justificadas que nos marcan un antes y un después.Nos hacen madurar, incluso crecer. La vida nos azota a su antojo para que espabilemos y para que sepamos que nacemos con fecha de caducidad y que nada va a hacer que eso cambie, por muchos avances tecnológicos, por mucho ipads o coches eléctricos que se hagan todo se acaba, pero no podemos vivir con el miedo a morir,porque es ese miedo el que nos impedirá vivir. 





A.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Quiero dedicar este premio a....

Dudo que nunca gane un premio en el  que me haya de preparar un discurso de agradecimiento. Pero como guionista, directora, productora y actriz protagonista de mi vida aquí va mi discurso. 
Quiero agradecer el premio de estar viva a mis padres. Gracias por quereros, por querernos y por quererme. Gracias por haberme educado con valores realmente imporantes como el trabajo, la perseverancia o el esfuerzo. Gracias por deslomaros para darnos todo aquello que vosotros no pudisteis tener. Gracias por apoyarnos siempre, por confiar en nosotros y pensar que éramos capaces de todo. Gracias por el amor incondicional e igualitario. A mi hermana, gracias por ser la luz de mi faro y el bote en el que poder resguardarme de las tormentas. Gracias por no juzgarme nunca, por mirar siempre por mi bien y por no ser nunca egoísta. A mi ángel de la guarda, gracias por protegerme, muchos creerán que estoy loca, pero solo los que te conocieron saben que no te podrías marchar sin tener al menos un ojo puesto en los tuyos. A toda mi familia gracias porque pese a que la familia no se elige, he tenido suerte. Gracias por las muestras sinceras de amor que me procesáis, gracias por los infinitos recuerdos de mi infancia, gracias por todas las vacaciones de verano, cumpleaños,  santos, pascuas, navidades,  San Juan, bodas, bautizos, comuniones y demás celebraciones que pasamos juntos. A todos mis abuelos y abuelas, tios, tias, primos y primas gracias por dedicarme a largo de mi vida el gesto más sencillo y barato del mundo: una sonrisa. A mis amigas gracias por aguantarme, que no es poco. Gracias por aceptarme tal y como soy, gracias por ser sinceras conmigo, por escucharme, por aconsejarme, por guiarme. Gracias por ser mi espacio zen, mis psicólogas y gracias por ser una de mis fuentes de energía. Gracias al amor de mi vida que se que algún día encontraré, gracias por hacerme sentir cosas que se que sentiré y gracias por quererme de la manera que se que me querrás. A toda la gente que me he encontrado en el camino, a la gente que está subida en mi tren, a otras que he dejado en estaciones atrás y a otras que se montarán en estaciones próximas... Gracias por formar parte de mi mayor superproducción, mi vida.






A.