jueves, 12 de febrero de 2015

Mujer, puedes hacerlo, pero la sociedad no te dejará.

Desde el inicio de los tiempos, la mujer ha vivido sumisa a un hombre, a una familia, a unos hijos siempre siendo la actriz secundaria de su propia vida. Una vida sin decisiones arriesgadas, sin cambios y mirando con desdicha aquellas que eran más "echadas para adelante" que lucharon por cambiar su destino y el del resto de mujeres. Gracias a aquellas que lucharon, que soportaron las criticas, palizas, vejaciones o incluso dieron su vida por defender lo que ellas creían, por lo que ellas defendían, gracias a ellas hoy podemos estudiar en la universidad, trabajar fuera de casa e incluso independizarse sin necesidad de casarse o tener pareja. Gracias a esas valientes, una mujer puede tomar la pastilla anticonceptiva, abortar o ser madre soltera sin miedo al qué dirán. Gracias a esa lucha una mujer tiene derecho a la baja por maternidad. Gracias a todas ellas la sociedad ha ido cambiando, evolucionando hasta llegar a una pseudo igualdad.

Y lo llamo pseudo igualdad porque pese a todo, hoy en día la mujer sigue cobrando menos por realizar el mismo trabajo, además las mujeres ocupan menos puestos directivos. No solo eso si no que muchas mujeres son rechazadas en algunos puestos solo por el simple hecho de ser mujeres pese a estar igual o mejor preparadas que ellos. Es una injusticia que en pleno siglo XXI haya puestos de trabajos en los que nunca ha trabajado una mujer. Acaso ¿alguien ha visto alguna fisioterapeuta  mujer saliendo al campo para atender a un jugador de primera división en la liga española? Sin embargo si nos paseamos por  cualquier  universidad en la que se imparta la carrera de fisioterapeuta podremos comprobar que efectivamente, hay mujeres y no 2 o 3. Acaso ¿esas mujeres que estudian codo con codo con sus compañeros están menos preparada para atender a Piqué, Ramos o Koke ? No existe ninguna razón de peso para que una mujer no realice esta función. Posiblemente muchos mentes cerradas, machistas crean que el contacto físico entre hombre y mujer debe solo llevar al sexo. Quizás la solución llegue el día en el que la sociedad entienda que una mujer con falda no va provocando al resto de hombres o que una mujer con escote no pretende calentar al personal. Solo cuando hombres y mujeres entiendan esto, verán que una mujer que se prepara 4 años de carrera más alguno que otro máster o cursillo  para especializarse no busca acostarse con un paciente, no busca quitarle la contractura para llevárselo a la cama. Busca hacer su trabajo de la manera más eficaz y eficiente tal y como lo haría en cualquier otra clínica de barrio o centro especializado, eso si cobrando menos del triple. 

Este es solo un caso de los miles que existen en la actualidad, y para no ser hipócrita también se debe mirar la otra cara de la moneda y saber que algunos hombres no ocupan algunos lugares de trabajo precisamente por lo mismo que no lo hacen las mujeres en otras profesiones. Y es por eso por lo que hay que luchar. De nada sirve el extremista y radical, ahora debemos luchar por una igualdad real, sin tapujos, sin rencor y sin pretensiones. Buscando un objetivo común, luchando por una sociedad igualitaria en la que hombres y mujeres tengan las mismas posibilidades reales para llegar a ser lo que quieran ser.  Esta lucha nos incluye a todos, hombres y mujeres de ahora y de antes, jóvenes y mayores para cambiar mentalidades, costumbres y pensamientos que nos tienen anclados en el pasado y que no nos dejan seguir, evolucionar y mejorar la sociedad. 




A. 






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