Dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, si eso es cierto, en mi caso debo ser una especie humana superior puesto que no tropiezo dos ni tres veces en la misma piedra si no que me he aferrado a esa roca como si fuese lo último que me queda en esta vida.
He pecado tantas veces, que por repetición he seguido el mismo patrón,la misa conducta. Nada de esto sería importante si yo fuese la única dañada en este asunto. El problema reside cuando ese tropiezo afecta a otras personas y tus actos tienen consecuencias negativas en los demás ¿ Qué hacer cuando tu yo quiere cambiar la situación, quiere que todo sea diferente pero la antigua yo sigue sacando a flote esas malas costumbres? ¿Cómo poder controlar los instintos de siempre tropezar? ¿A caso no se puede y es imposible cambiar la conducta humana?
Yo lucho contra mi demonio, aquel que me impulsa a cagarla, a hacer mal las cosas para que poco a poco se suavice, se relaje y deje que las cosas fluyan, de igual manera que fluyen mis palabras al escribir. Lucho para dar pasos al frente, firmes, seguro y con determinación para luego no volver atrás, no caminar como los cangrejos, avanzar y por fin vencer a la roca, sobrepasarla y ver que he sido capaz de chutarla y apartarla de mi camino de una vez por todas. Poder mirar al frente y decir, ya no existe tal problema.
A.